Desvelar: Descubrir, poner de manifiesto // Quitar, impedir el sueño, no dejar dormir // Dicho de una persona: Poner gran cuidado y atención en lo que tiene a su cargo o desea hacer o conseguir. (Según RAE)

Un trayecto poético y visual de Agustín Calvo Galán

Las imágenes y videos y todos los textos: autoría de A.C.G. puedes usarlos, siempre y cuando menciones la procedencia y autoría. Gracias.

miércoles, 15 de octubre de 2014

HISTORIAS DEL RAVAL de Barcelona (XLI)


Ahora que el turismo de masas, -con la promoción, el consentimiento o la dejación de funciones de nuestras queridas y democráticas autoridades municipales-, está desvirtuando no solo la convivencia entre visitantes y habitantes en todo el casco antiguo de la Ciudad Condal, sino también la forma en la que los vecinos del Raval han disfrutado de una genuina diversión nocturna, cabe recordar la existencia de algún local mítico en el barrio que, por su singularidad, ha atraído a un público de toda la ciudad hacia el Raval y ha marcado una manera de divertirse, tomar copas o de vivir la noche, canalla, extravagante pero auténtica.
Por suerte, sigue en funcionamiento el Bar Pastís (abierto en 1947), en la calle de Santa Mònica, donde podremos tomar un, -el nombre del bar no engaña-, pastís mientras escuchamos música de Edith Piaf o incluso conciertos en vivo, y donde todo el mundo se agolpa en un espacio ínfimo, de apariencia aún más reducida debido al horror vacui de fotos, carteles y demás ornamentación de aire francés que puebla sus paredes. Muy cerca del Patís hallaremos otros locales también emblemáticos como El Cangrejo, donde con una ambientación de bar castizo -sin edulcorantes ni moderneces- podremos disfrutar, a altas horas de la noche, de los playbacks más descabellados, copleros y tranvestis que se pueden ver en Barcelona. En la misma calle de Monserrat donde está situado El Cangrejo también podremos toparnos con La Concha, un local de copas dedicado al desenfreno iconográfico entorno a Sara Montiel.
No debemos olvidar, no obstante, que siempre ha habido un frágil equilibrio entre la conciliación del necesario descanso nocturno de los vecinos y las ansias de diversión de la población, especialmente en calles estrechas y espacios mal acondicionados; algunos de los locales antes mencionados han pasado por mil vicisitudes debido a estas cuestiones. Al fin, el turismo que se está imponiendo actualmente, low cost, impúdico y adolescente, de borrachera y despedidas de solteros está poniendo en peligro todos los equilibrios existentes.

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